Pertenece a la modalidad de masajes mecánicos. Produce beneficios para el aspecto de la piel. Mejora la circulación de la sangre y linfa, aporta equilibrio en la salud de los tejidos y las capas de la piel, trata la grasa localizada y la hinchazón, controlando la producción de adipocitos en el tejido subcutáneo.
Las maniobras de este masaje son especialmente para moldear el cuerpo tratando con mayor detalle los laterales de los miembros y del tronco.
Se realiza con firmeza, intensidad y precisión. Por ello, cabe la posibilidad de que en las primeras sesiones surjan moretones en zonas con menos circulación y cúmulos de líquidos y agujetas, en especial en el abdomen por ser tratado en profundidad la piel, en el tejido subcutáneo, la hipodermis, y donde está la grasa.
El objetivo de este masaje es romper los adipocitos, para ser eliminados por el organismo. Una vez oxidado se eliminarán como desechos por el organismo. Aunque mientras se aplica el tratamiento se sienten molestias, en la medida que sigues, el umbral de dolor se aumenta, y cuando sale de las primeras sesiones sentirás agujetas, asociadas a una increíble sensación de ligereza y descanso.
La intensidad de los movimientos varía dependiendo de una persona u otra, teniendo en cuenta el peso, y el estado de salud. Siendo el factor más importante el umbral de dolor de cada persona.